El pedido que había sido realizado por las dueñas del emprendimiento gastronómico "Charolas" a raíz de la creación de una cuenta de Instragram que realiza publicaciones críticas sobre el servicio que se brinda y en ambas ocasiones fue rechazado.
Así se lo entendió la Justicia porteña, por cuanto no se trata de una violación de secretos sino, en todo caso, de una violación a la privacidad.
El niño de 12 años, que difunde en redes sociales contenidos sobre el trastorno del espectro autista, inició una acción judicial para que el Presidente borre una publicación agraviante en su contra.